jueves, 3 de julio de 2008

Homenaje al ritmo de Salvador "Chava" Fernández

* Comenzó al ritmo de su vida a los 7 años
* Ha formado parte de los más exitosos grupos orquestales nicas
* Con semejante homenaje el INC ganó un 100

—Fruto Montes—


Han pasado sesenta largos y fructíferos años en el inmenso escenario de la vida de Salvador «Chava» Fernández, un virtuoso de ritmos, compases, tiempos y contratiempos, que ha dignificado el sentimiento en la percusión y lo eleva a los mejores y mayores niveles de belleza y calidad.
Cuando el magnificente escenario del Centro Cultural Managua dé paso a la filigrama de arte y amor del primer festival en honor de «Chava», la acertada gestión de protección y promoción al arte nacional, parto indiscutible de don Clemente Guido habrá ganado otro cien de calificación para el Instituto de Cultura, y para la patria entera.

MUESTRA DE RECONOCIMIENTO Y RESPETO

Han pasado tantos años de labor inmensa, perseverante, discreta y amorosa de Salvador Fernández dentro del arte nacional, podríamos bien asegurar, que ningún músico dentro de su género, se ha codeado con lo mejor y mayor del arte pinolero, el Chava ha sido crema y esencia en su género, sin embargo las nubes, ni el smog, nunca han logrado estropearle el cerebro. Los que hemos compartido con Salvador «Chava» Fernández, lo conocimos así, humilde, sencillo, silente, siempre con la sonrisa a flor de labios y con expresión en sus vivaces ojos de amor a la vida, y por supuesto a la música!.

Eso lo pueden certificar sus actuales compañeros de labores en la rotonda de Bello Horizonte, muchos de los cuales «la rompieron», para celebrar semejante homenaje, a la perseverancia de quien se entregó completo, sin esperar más que el aplauso, como principal alimento para su espíritu lleno de fantasía y cadencia.

EL ERA ALBOROTADO DESDE CHAVALO!

Según la anciana doña Azucena Baltodano, Salvador era chimbarón desde muy niño, según la venerable mujer vecina de la comunidad del dulce nombre, aquel muchacho se alborotaba desde niño al escuchar ruidos, figúrese que en una ocasión su mamá lo bañaba en una batea, y alguien comenzó a batir un tiste en una cumba, y que vea que el chavalo comenzó a moverse al ritmo del ruido que hacía el molenillo en la jícara, todos gozamos al verlo.

Así también más grandecito, el muy bandido cascó toda la basinía de su abuelita al estarla pimponeando con dos tucos de palo, que consiguió para seguir el ritmo de una música en el radio, no me equivoqué, yo sabía que Salvadorcito iba a ser una gran músico, comenta bien convencida doña Azucena.

EN LAS MEJORES ORQUESTAS DE PAIS

El comentario y la discusión se generaliza en la antigua rotonda de Bello Horizonte, para Gustavo Barrios, Fernández es lo más grande que parió Nicaragua en percusión, él («Chava»), a la inversa de Chepito Areas, el leonés triunfador al lado de Santana Band, se quedó con nosotros, por eso ese homenaje lo consideramos justo y merecido, en cambio para Wilber Gutiérrez conocido como el niño Mariachi a pesar de sus cuarenta años, pedía a grito partido que el 10 de mayo debía de haber asueto en la plaza, luego de pequeño mutis, él mismo se interrogaba: pero quién nos paga si tomamos día libre? Todos rieron al unísono.

Conscientes que en su trabajo, si no se trabaja, no se gana, Salvador «Chava» Fernández asiente lo dicho por sus compañeros, mientras se prepara para la próxima interpretación con el combo «Lema», sus pequeños ojos asoman un brillo especial muestra de felicidad.

Salvador para por un momento su atronadora descarga rítmica en «la vida loca», para hacer del conocimiento de nuestros lectores algunas de las grandes agrupaciones orquestales en las que participó, aclarando que su inicio artístico fue al lado de sus hermanos en «Los gardelitos» que originalmente iniciaron con el nombre de «Hermanos Fernández» a los cuales el pueblo se encargó de rebautizar.

Habló de su estancia en «Los Sicodélicos» del recordado músico chinandegano Luis Napoleón Zapata (q.e.p.d.), los solistas del Terraza 1 y 2 de Manuel Antonio Mojica (q.e.p.d.), los grupos de Tránsito Gutiérrez, Rafael Amaya, Juan Lindo, Raúl Traña Ocampo, Julio Max Blanco, Toño Zaldaña, así también formó parte de los grupos Río Sangre, Zona Púrpura, y en el más grande fenómeno artístico musical de Nicaragua, el ya legendario grupo «Bwana» (1971) en el que por iniciativa del indio Bayardo Corea y en unión de varios prospectos jóvenes como Ricardo Palma (órgano), Donaldo Mancía (batería), Roman Cerpas (bajo), Roberto Martínez (requinto) y nuestro homenajeado en la percusión, todavía son muchos los que recuerdan los éxitos de Bwana, como «La Jurumba me quiere bacilar», «Chapumbambe», etc. Los contratos a Bwana sobraron, pero el elemento entusiasmo y el terremoto los liquidaron e impidieron su total realización.

NOCHE INOLVIDABLE DE ARTE EL 10 DE MAYO

Luego de 60 largos años, el escenario magnico de la vida de Salvador Chava Fernández «Gardelito», abrirá su telón en un merecido homenaje a este gran exponente de la raza pinolera con piel de bronce y alma de volcán, hecho con esperma de tablao y castañuela, ocarina, maracas, marimba y excitante tambor de la jungla con matices de aventurero europeo, indo aborigen americano y negro africano que no es puro, ni mulato, ni mestizo, es para orgullo nuestro nicaragüense, ¡Dios te bendiga gardelito, Dios bendiga tu ritmo color y sabor, a las 7, allí estaremos todos hermanos!!!.

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